Se intentarán adecuar los honorarios a las posibilidades de cada consultante teniendo en cuenta variables como su ubicación geográfica y condiciones de vida. El analista propone un rango de precios y el consultante decide cuánto puede abonar.
Las sesiones tienen una duración variable. Habrá sesiones más largas (de aproximadamente 45 minutos) y otras más cortas. La interrupción de las sesiones tiene como objetivo señalar o puntuar determinadas asociaciones novedosas y claves para entender la lógica del problema. La duración de las sesiones entonces no se rige por el tiempo que marca el reloj.