Un encuentro distinto con la palabra: Psicoanálisis de Orientación Lacaniana
Quien llega a la consulta (presencial u online) de un psicoanalista presenta, en general, cierto malestar con algún o varios aspectos de su vida. Puede a su vez suponerle una causa a ese malestar y creer que se trate de un hecho específico o de determinadas vivencias que le han dejado marca. Otras veces, en cambio, no hay tal hipótesis sobre el padecer y llega a terapia buscando respuestas.
El analista, por su parte, le propone un espacio de escucha atenta y sensible en el que el consultante pueda desarrollar su motivo de consulta. Es invitado a asociar libremente, es decir, a hablar de todo lo que quiera sin buscarle un sentido lógico o relacional a lo que se dice.
Así, a partir de las preguntas o intervenciones del analista se va construyendo un nuevo relato que integra la historia pasada y futura de ese sujeto.
¿Entonces el psicoanalista sabe o no sabe?
El psicoanalista parte de la premisa de no tener las respuestas ni soluciones prescritas para quien consulta. Incluso cuando hablamos de síntomas populares, no podemos (ni debemos) generalizar el tratamiento. Cada persona, dará cuenta de su propia experiencia y construirá, con ayuda del analista, sus soluciones singulares.
La experiencia de un análisis es reveladora para cualquiera que esté dispuesto a cuestionar sus identificaciones, a tomar distancia de las creencias que hasta el momento creía irrevocables.
¿Qué diferencia hay con otras psicoterapias?
El psicoanálisis de orientación lacaniana es una práctica en la que la palabra cobra un valor distinto del habitual. La escucha apunta no tanto a comprender la historia y las vivencias del analizante sino a señalar aquellas palabras que conforman lo más propio del sujeto, aquellas que han resonado en su historia y que marcan hoy su forma de estar en el mundo.
Lejos de reducirse a protocolos o técnicas estándar, el psicoanálisis le abre la puerta al deseo de cada quien para construir nuevas posibilidades de estar en el mundo y vivir una vida más digna de ser vivida.